jueves, 17 de noviembre de 2016

LOS RECORTES QUE NOS MATAN


LOS RECORTES QUE NOS MATAN



  Hace cuatro años y unos meses que lucho por ganarle la partida a un cáncer de mama, y gracias al desconocimiento del único oncólogo de seguros privados, que tiene clínica  en Almería, al poco interés de un laboratorio de anatomía patológica, franquicia nacional, que le corresponde a  mi seguro y a los benditos RECORTES, para salvar a la banca, asesores, políticos y demás zarandajas,que han llegado a todos lados, lo que en un principio, y dentro de la gravedad, parecía un carcinoma con buen pronóstico, me va a llevar al crematorio a pesar de lo que diga el Papa de Roma.

 Quiero aclarar que no fui a Sanidad pública por las más que largas listas de espera.

 Para empezar en el laboratorio se equivocan en la biopsia y por no repetir un último análisis, ya que hubo dudas y la prueba es bastante cara, dieron por bueno un falso  negativo,el oncólogo antedicho, contrata a otros oncólogos, nunca te revisa el mismo médico; pero ninguno te manda marcadores tumorales, y el oncólogo propietario del "chiringuito" de paseante en cortes.

 Viéndome desasistida, acudí al especialista en mamas y cirujano, que me detectó el cáncer y me operó; por cierto uno de los pocos doctores, porque además de estudiar medicina se doctoró, que todos los médicos no son doctores, no sé por qué se les llama así indiscriminadamente,  que de unas décadas a día de hoy ejerce por vocación, sin horarios, ni límite de tiempo, dándote apoyo de todo tipo, es un profesional que hizo el juramento hipocrático para sanar o aliviar el dolor y no para enriquecerse y situarse en un status privilegiado, como la mayoría, que quieren las prebendas, que cobardemente se les otorgan porque juegan con  nuestras vidas, y hacerse ricos, muy ricos, riquísimos...

 Volviendo a este excelente doctor, me recetó los marcadores y viendo que se elevaba uno de ellos me derivó a un oncólogo fuera de Almería ya que pensaba que había metástasis y me tenían que hacer un PEP/TAC, una prueba cara pero concluyente, ya que ve hasta el último rincón del organismo, en Almería no hay ni él estaba facultado para recetarla.
 Busqué una clínica puntera en Madrid,donde sólo se trata esta enfermedad.
 Tras gran cantidad de estudios de todo tipo, pruebas por imagen, biopsias...y PEP/TAC
 Evidentemente había una gran metástasis ósea que me tenía a punto de la silla de ruedas.
 Me aplicaron la radioterapia y quimioterapia más novedosa, era final de agosto, para el 10 de marzo que me repitieron el PEP/TAC, la metástasis había desaparecido, el oncólogo que en ese hospital me lleva me indicó que el protocolo era realizar dos TAC al año y dos PEP/TAC.

 En julio, TAC y todo bien, en septiembre tocaba PEC/TAC y me prescribe un TAC, yo le expreso mi disconformidad, me dice que no era necesario, el marcador había vuelto a subir.

 A las tres semanas, pues he de ir cada tres semanas a que me pongan el tratamiento, me manda otro TAC, ya que ve unas cosas no claras en el hígado, regreso con más miedo que vergüenza y hay que repetir la prueba que vuelve a estar confusa, ahora eso sí, los huesos sanísimos.
 Tres semanas agotadoras para mi familia y para mí, me hacen una resonancia con contraste de gadolinio, era lo mejor.
 Hala más porquerías, más pruebas, el hígado afectado y vuelta a los cinco días a hacer un PEP/TAC, esa prueba innecesaria, tal vez porque vale 1500 €, y sorpresa el hígado sano y los huesos con pequeñas metástasis, que si me hubieran hecho el PEP/TAC en septiembre, llevaríamos tres meses de adelanto, de tranquilidad y de buena praxis, pero hay que tener  integridad y profesionalidad, para que los dueños de la empresa, en eso han convertido los hospitales, no compren tus principios, y, por desgracia ni la integridad ni la profesionalidad están de moda.
 Pura López

martes, 14 de abril de 2015

14 DE ABRIL

 

Hoy hace 84 años que España "oyó cantar los gallos de la aurora", como diría el gran poeta D. Antonio Machado.
 Fue la última vez, que el pueblo español tomó sus propias riendas con el innegable derecho, preñado de ilusiones, de dirigir su rumbo hacia un devenir lúcido , progresista y ecuánime.
 Al fin, tras muchos años de espera podría salir el país del atraso, pobreza, desigualdad e injusticia en que estaba inmerso.
  Habían triunfado el esfuerzo, la lucha, la sangre,  la ilusión y el desvelo de millones de españoles, que consiguieron traer la II República contra viento y marea.
 Los intelectuales, los obreros, todos y todas los trabajadores de una nación, que sólo vio la luz de la nueva Europa, como un breve destello, en el reinado de Carlos III,allá por el siglo XVIII, habían conseguido que la ciudadanía eligiera los mandatarios que realmente representaran sus derechos y pudieran conseguirlos con el esfuerzo de todos.
 Aquella masa hambrienta, analfabeta, donde comer era un logro diario, asistir a la escuela una utopía, tener una vivienda digna un imposible...en la mayoría de los casos.
 Aquel país en el que los ciudadanos eran súbditos del cacique, del capital y de la Iglesia, donde los niños trabajaban desde muy pronto por un mendrugo de pan, aquel país donde la mujer carecía de poder decisorio y había descendido a la categoría de objeto, aquel país donde la más elemental justicia dependía de la caridad y la beneficencia, aquel país cuyos habitantes no habían conocido las libertades, sí, aquel país oscuro que Galdós, Baroja o Valle Inclán habían retratado, perfectamente, en su literatura más negra y esperpéntica mientras hacían caja los sainetes gazmoños de los Álvarez Quintero.
 Aquel país dolorido, sin vida, triste, que llevaran a sus lienzos Solana o Zuloaga, al fin tenía la llave para salir del secuestro de la historia de reyes y reinas tontos, rijosos, supersticiosos e incultos de la oligarquía y esclavitud de aristócratas vagos y tronados, de señoritos pueblerinos o provincianos que ocupaban en cacerías y vicios su eterno tiempo libre, del tedio y la tiranía de damas y damiselas taimadas, ñoñas, apáticas y beatas.
 Y librarse del yugo de aquel ejército formado por soldados pobres, cadetes como "soldaditos de pavía" y generales de espadón,  y también librarse de las tinieblas que sembraban curas de misa y hoya, obispos, priores y abadesas de prebendas y chocolates en los salones de los pudientes.
 Sí, y así, como en el más hermoso de los cuentos comenzaron a trabajar, a legislar, a modernizar la España que le dolía a Unamuno, la que le helaba el corazón a los españolitos de Machado, la que dejaba desiertas las abarcas de Miguel Hernández cada cinco de enero...y en 4 años, 3 meses y cuatro días, a pesar del gobierno del bienio negro crearon más escuelas que nunca en España, llevaron el teatro y la cultura  a lugares recónditos, donde nunca había llegado, con Las Misiones Pedagógicas, hicieron colonias escolares para niños que no tendrían vacaciones, trajeron el sufragio universal, crearon guarderías, fundaron bibliotecas, mejoraron los derechos de los trabajadores, pusieron clases de adultos, reconocieron múltiples derechos de la mujer, implantaron el divorcio, hicieron que el estado fuera laico, fomentaron el acceso a la universidad y la cultura, fomentaron la investigación, crearon hospitales y dispensarios, la sanidad, reconocida como derecho, pasó a depender del estado, se impartían conocimientos de higiene, al fin nos relacionábamos con Europa...todo iba tan rápido, que hubo un reservorio de reaccionarios fascistas, que ayudado por los fascismos alemán e italiano, por la iglesia más lejana al Evangelio y por militares sedientos de poder y sangre, ¡Ay, nos robaron el sueño!
 
 Pura López
En el balcón de este ayuntamiento, en Alhama de Almería, mi abuelo, Nicolás López, saludó, como concejal a la II República, hace hoy 84 años. 

sábado, 24 de enero de 2015

                                                  POETA AL HABLA

 

 Cantaba la gran Violeta Parra aquello de "Si se calla el cantor calla la vida", gran verdad, repetida por muchos y buenos poetas; porque aunque los poetas expresemos nuestros sentimientos personales, íntimos, sólo nuestros, tenemos la obligación moral de dar voz a los sin voz, de denunciar la injusticia, de concienciar a quien no tiene consciencia o conciencia con respecto a un desafuero.

 ¿Tal vez se pregunten por qué después de tanto tiempo sin aparecer por estos parajes hablo de poesía? Muy sencillo, sepan quienes no lo saben que soy poeta, sí, poeta, no ocupo suplementos culturales, no estoy en el candelero, no me prodigo en actos, no me paseo por despachos institucionales, cuido a mi madre, anciana, vivo lo que puedo, estoy jubilada, intento salir de un cáncer y escribo, siempre, desde los trece años, sí, ya hace mucho; pero aún me siento joven, muy joven y con muchas ganas de hacer y de vivir.

 Pues verán el otro día leí en un artículo de La Voz de Almería , que qué cantábamos los poetas ahora, que había que estar al lado de los que sufren, que teníamos que darles voz, cierto, pero me indignó esta aseveración generalizada, pues quien lo decía daba la impresión de que estaba más al día en poesía y nada más lejos. Por poner un encuentro hay un grupo abierto de poetas, de todas las edades y lugares de España que se llama "Voces del extremo", nos reunimos por nuestros propios medios en Moguer todos los veranos y la poesía que allí se vive, se lee es antisistema, totalmente del lado de quienes sufren, basten cinco nombres aleatorios como botón e muestra: Antonio Orihuela, Isabel Pérez Montalbán, Eladio Orta, Jorge Riechman  o Alberto García-Teresa; y, siguiendo, si vamos por levante ¿no suena de nada Vicent Camp? no se moleste nadie si reduzco nombres, es por no dilatarme mucho, ¿nadie ha leído al asturiano David González o al almeriense Martín Torregrosa o a la catalana- madrileña Angelina Gatell o al granadino-almeriense Paco Domene, ni al almeriense-madrileño Aureliano Cañadas o que decir de Paca Aguirre, por poner un ejemplo? No se asuste nadie si ahora, que las nuevas generaciones, lícitamente, dejaron la llamada poesía de la experiencia, consideraron algo pasada no la llamada poesía social, sino la del compromiso y escogieron una poesía filosófico-simbolista, introspectiva, que es la que las editoriales publican, mayormente, la que tiene cabida en los culturales de los periódicos, en las revistas especializadas y suma y sigue, de que alguien  o muchos no se enteren de lo que seguimos haciendo los demás no es culpa de los que continuamos en la brecha. Como tampoco es un compromiso ético las publicaciones tipo ensayo que se redactan en cómodos despachos universitarios, para hacer curriculum, en ediciones cuidadísimas, que no están al alcance del bolsillo común y que en lugar de acercarlas al pueblo se presentan en centros elitistas de ciudades importantes. Cuando la poesía y la cultura dejen de concebirse como un negocio y como la gallina e los huevos de oro para el beneficio de los granjeros que las barajan, se podrá saber QUE CANTAN LOS POETAS DE HOY.

 Pura López

 
 
 
 
 

 


  En el poema  con el que  reaparezco, tras un tiempo de lucha por la vida,  está tomado de mi libro Alacena, que escrito a raíz de ver una exposición fotográfica sobre el exilio que se provocó al término de la Guerra Civil, de la que hará en abril  75 años, tal desazón me produjeron las imágenes, vistas la mayoría con anterioridad, que me impulsó a escribirlo, a hacerlo testigo de la Historia reciente de esta España nuestra, a poner mi clamor en esa sin razón.
  La generación del 27 formó parte de esa edad de plata de la literatura española, iniciada ya con la generación del 98 y se vieron ambas  obligadas a formar parte de ese medio millón de españoles que protagonizaron uno de los éxodos mayores de nuestra historia.
  España, sufrió además de los muertos en batalla o a causa de las bombas, la emigración de niños, para procurarles la infancia perdida, a Francia y a Rusia, en plena contienda.
 Perdió también a muchos de sus hijos en los fusilamientos asesinos del franquismo y, la represión que con él se instauró, encerró a otros muchos en sus cárceles.
 Así en España hubo dos exilios, el interior y el exterior.
 Los hombres y las mujeres de la cultura, del arte, de la literatura, de las ciencias…tuvieron que sufrir cualquiera de ellos.
  Así decía en 1940 el escritor falangista Gonzalo Torrente Ballester, que el 90% de la inteligencia hispana estaba en el exilio(se refería al de fuera de nuestras fronteras).
 Se cumplió pues el deseo del escritor mediocre Ernesto Jiménez Caballero, que en el ABC sevillano, escribe el 6 de octubre de 1937, un artículo en el que” pide a la juventud que deje  a los progresistas sin patria o en el mejor de los casos en un exilio interior”
 Estas mujeres y estos hombres: Sufrieron el desarraigo, la nostalgia, la falta de su gente y su paisaje, la falta de libertad para pisar su tierra. Y para sostenerse en este desvalimiento se refugiaron a veces en sus recuerdos felices que se plasman en poemas que hablan de sus mares, de su luz, del color de la arena de sus playas, de los árboles que vieron desde niños…
 Esta fue la España peregrina, que decía José Bergamín, desde aquí mi admiración a todas y a todos, los que nombro y los que omito.
 Desde el dolor de su traserramiento, desde las ataduras de sus cárceles, desde sus tumbas prematuras nos dieron una lección de honestidad y nos legaron un bagaje cultural, que el dictador y sus secuaces mantenían prácticamente secuestrado.
 
 
                       CAMINO DEL PIRINEO

 

 

   “Lo que yo quiero es volver                                                                                                                                                                                                                                        sin volverme atrás de nada.”

                      José Bergamín

 

 

 A las víctimas anónimas de la España peregrina.
   
 A D. Antonio Machado, primer escritor muerto en la diáspora, cuyo último verso lo trajo a su infancia   sevillana, soñando:
 “Estos días azules y este sol de la infancia.”

 
   A Mª Teresa León, que nos dejó escrito en sus Memorias de la melancolía esta lucidísima reflexión:

                      
                                “Y sin embargo ¿Tenemos derecho a morir sin  terminar la historia que empezamos?

 
    A León Felipe, “El hidalgo manchego, que tuvo el coraje de escribir este poema:

 

                                                                                QUE LO OIGA FRANCO

                                                                               Tuya es la hacienda,

                                                                               la casa,

                                                                              el caballo

                                                                              y la pistola.

                                                                              Mía es la voz de la tierra.

                                                                             Tú te quedas con todo

                                                                             y me dejas desnudo
                                                                            
                                                                            y errante por el mundo…

                                                                            mas yo te dejo mudo… ¡Mudo!

                                                                           ¿Y como vas a recoger el trigo

                                                                            y alimentar el fuego

                                                                           si yo me llevo la canción?

                     
 
  A Juan José Domechina que expresó su sufrimiento, que era el sufrimiento colectivo:

                                  
                                                                      “venimos de la noche, de la sombra,

                                                                        polvorienta, del odio rescoldado

                                    A fuego lento…”

                    

                      A Sara Berenguer, que insiste en el mismo tema:

                                     “Fuimos tristes peregrinos

                                      caminando en los sembrados

                                      de tormentas y de espinos….

                    

                      A Ángela Figuera, que sufrió así:

                                          “Buscando.

                                           Huyendo.

                                          Y no encontraba sitio.

                                          Y seguía corriendo.”

 

                     A Juan Rejano, que preparaba en México su  regreso del ex

                     lio cuando falleció inesperadamente el 4 de julio de 1976, so

                    ñando con su regreso:

                                                “ España, España…

                                         De lejos me aniquilas y no escucho otra orilla

                                     donde dejar mis ojos, España, España, España…

 

                  A la poeta almeriense, de esta generación del 27, María Pérez 

                Enciso, que muere joven y sin poder regresar

 

                                  “Si no he de verte más lejana orilla

                            que me lleven al mar cuando yo muera.

                             Él me volverá a ti, del mar nacida,

                             en la lumbre de líquidas estrellas.”

 

 

                A Claudio Sánchez Albornoz, por las hermosas palabras                                     

                que pronunció a su regreso tras la muerte de Franco:

 

               “Dije que vendría llorando y llorando estoy. No Tengo más

               que una palabra:Paz.”

 

 

 

 

Salieron de estampida con lo puesto y algo más

huyendo de la guerra, del horror, de la muerte...

Las cunetas supieron de lo que no aguantaban

sus exánimes brazos.

 

Dejaron arrumbados jirones de sus vidas

camino de un exilio sin punto de llegada.

 

Aquellos que lograron traspasar la frontera,

derrotados apátridas, no tenían derecho

ni a mirar hacia atrás.

 

 

                                          Pura López, Del libro Alacena, poesía fundamental.

 

 

 

lunes, 21 de julio de 2014

                        MUERTE EN PALESTINA


       
Los días se han teñido de sangre inocente, de horror, ¿Cuántas vidas ha apagado en tan poco tiempo la absurda sinrazón de la guerra? ¿Cuánto horror se ha incrustado en miles de vidas para siempre? ¿Qué hacen los organismo competentes? ¿Para qué la ONU, las Naciones Unidas, el Tribunal de Derechos Humanos, las grandes potencias, las religiones que postulan por la PAZ y tienen cabezas visibles?
Es mucho dinero el que cobran los funcionarios de los antedichos organismos para que permanezcan quietos ante estos atropellos?
 Si de los gobiernos no sale el hacer, demandémoselo, salgamos a las calles, enviémosles escritos, a quienes corresponda, prendamos en nuestro pecho la paloma de la paz para mostrar nuestra disconformidad, escribamos en los periódicos, llenemos las redes, pero hagamos algo ya, unidos podremos más.
 Es momento de parar la guerra y que acampe en donde no existe, la PAZ
Pura López